Podría hablar de la A3, la autopista que debería conectar Salerno con Reggio Calabria, la primera piedra se puso en 1962, està previsto que se finalice en el 2013. Podría hablar de Don Diana, de Savianno, o del pizzo, tambièn podría hablar del "no gobierno" o porqué Cristo se paró en Eboli.
Pero prefiero hablar de la Nduja. Un forastero se sienta delante de una carta en un restaurante, junto al mar, perdido en Calabria. En la carta le llama la atención un plato: "pasta fatta in casa con nduja (picante)". Joder, piensa, esto debe de merecer la pena. Una vez puesto el plato delante en su mesa y tras probar, comprende en que han invertido todos los millones de pimientos picantes puestos a secar en Calabria: en hacer la nduja.
El forastero tiene un dilema: hacer de las tripas corazón y comérselo o por el contrario, comerse su propio orgullo y avandonarlo en la mesa.
A la mente le viene una noche calurosa en Jaipur, la ciudad roja, India, cuando en un pequeño restaurante vegetariano sigh, elige entre su variada carta unas lentejas verdaderamente ardientes. Esta vez en vez de comérselas, optó por comerse su propio orgullo y ahora no está dispuesto a cometer el mismo error.
Por lo que sin pensárselo dos veces, con una mano agarra el tenedor, con la otra una jarra de cerveza y se dispone a disfrutar su suculento plato de pasta fresca con Nduja.
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