jueves, 30 de julio de 2009

Ruta Ferrocarril Minero: Aznalcollar - Viaducto de la Pizana (Sevilla)

La ruta Aznalcollar - Viaducto de la Pizana sobre el río Guadiamar, transcurre sobre el antiguo trazado del ferrocarril minero que unía la mina Caridad con el embarcadero del río Guadalquivir en San Juan de Aznalfarache.
Ruta lineal y prácticamente llana, que se puede realizar tanto a pié o bicicleta
La ruta se inicia en la carretera A-477 Aznalcollar Gerena, junto al corredor Verde del río Guadiamar y a pocos metros de los restos del antiguo acueducto de Itálica. A unos 800 del incio
sobrepasamos una valla, dejando atrás el paraje protegido del corredor verde del Río Guadimar y continuamos entre dos fincas dedicadas al olivar.
Pronto se llega al primer desmote del trazado del ferrocarril, el cual se practicaba para evitar las pendientes en el trazado. Pasado el primer desmonte caminamos por la vía entre cañas hasta el segundo desmonte.
El camino va girando hacia el Norte y pronto podremos divisar, el cortijo de la Pizana con Gerena al fondo.
Tras un tercer desmonte se llega al viaducto del río Guadimar o de la Pizana, donde podremos descansar para volver a realizar el camino de vuelta o quien quiera continuar podrá cruzar el río y coger la cañada hasta Gerena o continuar por el trazado del ferrocarril y a unos cientos de metros podrá encontrarse la estación de empalme con el ramal de Gerena.

El viaducto fue desmontado y subastado en 1980 y uno de sus pilares se hundió en una riada en 1997.
A lo largo de todo el recorrido aún se puede observar antiguas traviesas, clavos y escorias utilizadas para la construcción del trazado.

La construcción y explotación del ferocarril fue realizada por la "Compañía Gaditana de Minas" con el principal objeto de aprovechar los restos piritícos procedentes del proceso de cementación de la mina Caridad propiedad de la "Seville Sulphur and Copper Company" y secundariamente el transporte de adoquines de granito de Gerena. Aunque si existió el transporte de otras mercancías y pasajeros fue muy secundario. Junto al ferrocarril de Cala es el
más oriental de los que existieron en la franja pirítica. El cierre de la línea de ferrocarril se produjo en 1974.
Por desgracia gran parte de las infraestructras del trazado ya se han perdido, pero aún se conservan algunas de ellas como el puente sobre el arroyo los frailes, la estación de empalme de Gerena, o algunos aljibes que jalonan el recorrido.












Más infomación sobre el ferrocarril: http://issuu.com/andrestg/docs/ferrocarrilaznalcollar/30
Longitud: (ida y vuelta): 8 km
Dificultad: fácil



domingo, 26 de julio de 2009

Lugares inconfesables: El lechuguita - Ronda (Málaga)

Cuando uno se para en Ronda, dispone de una gran variedad de sitios donde comer y refrescarse, pero en pocos sitios se puede ya encontrar un bar como "el lechuguita".
En realidad esta pequeña taberna se llama "casa Moreno", pero si le preguntas a algún rondeño por su situación mejor que le preguntes por "el lechuguita", que es como todo el mundo lo conoce.

Situada en el centro de Ronda, muy próximo al tajo y al puente nuevo, en la calle virgen de los Remedios.
La casa fue fundada a finales de los años 60, y es regularmente visitada por una gran variedad de personajes, desde viejos autóctonos, visitadores ocasionales o extranjeros residentes es esta ciudad. Conserva aún el sabor añejo, de las antiguas tascas de pueblo.
El sobrenombre de "el lechuguita" proviene de la tapa más solicitada: los cogollos de lechuga. Dispone de una amplia carta, desde masitas de chorizo o salchichón hasta unos impresionantes tacos de lomo en manteca metido en un par de rebanadas de pan a un precio muy económico: cerveza y tapa 1,70€

miércoles, 15 de julio de 2009

La Cuesta Maneli y el Médano del Asperillo - Almonte (Huelva)

La cuesta Maneli se encuentra dentro del sistema de dunas semimóviles del Médano del Asperillo y formando parte del parque natural de Doñana. El Médano o Cerro del Asperillo fue indentificado por el Arqueólogo Adolf Shulten (1870- 1960) como el mons Cassius del Periplo ´del griego Eutimenes .













El Médano del Asperillo se encuentra situado en el lado Occidental del Parque Natural, formando un frente costero desde Matalascañas hasta el Pico del Loro. Sus acantilados, formados por dunas fosilizadas cuentan con la protección medioambiental de Monumento Natural desde el año 2002.


El sendero de la Cuesta Maneli, cruza perpendicularmente la duna, siendo ésta la duna costera más alta de Europa (112 m) y nos conduce hasta la misma costa, a la playa de Castilla. Esta playa kilométrica y de una preciosa arena fina y blanca, a conseguido sobrevivir a la especulación urbanística y su estado es prácticamente virgen lo cual se ha visto, favorecido por su limitado acceso. Es una playa relativamente tranquila, en especial entre fines de semana durante los meses estivos y algo más concurrida los fines de semana, pero sólo es cuestión de alejarse unos metros para encontrar la tranquilidad.


El recorrido en todo su trazado se encuentra cubierto por traviesas de madera, lo que permite transitarlo cómodamente. Se inicia a unos 14 kilómetros de Matalascañas, en la carretara A494, Matalascañas – Mazagón.




El primer tramo transcurre en una pronunciada subida, hasta alcanzar la parte más alta de la duna, a través de un bosque de pinos de repoblación, donde predominan brezos y olivillas y otras especies más necesitadas de humedad. En la parte más alta de la duna y en su frente costero, las plantas adoptan formas moldeadas por el viento y entre las más características se encuentra la camarina, planta característica por producir unos frutos jugosos y comestibles en forma de perlas, de sabor algo ácido y que aparece cada dos años. Al final del trazado, alcanzamos los acantilados, desde donde se puede contemplar la belleza de toda esta costa y la grandeza del océano Atlántico. Se desciende por los acantilados hasta la arena a través de dos escaleras de madera





Longitud: 1,2 km
Dificultad: Media.

jueves, 9 de julio de 2009

Ruta Charco de la Boca - Almonte

En la carretera A-483 Almonte -Matalascañas, justo pasada la Aldea del el Rocío, a mano derecha, nos encontramos en centro de visitantes de la Rocina, desde donde nace esta pequeña ruta, que transcurre por unos de los paisajes más característicos de España: El Coto de Doñana y su entorno. La ruta nos irá descubriendo los distintos hábitat de la zona y en especial contemplar tranquilamente la variedad de fauna avícola desde diversos observatorios situados junto al caño.




El último tramo del arroyo de la Rocina, allí donde se convierte en el Caño Madre de las Marismas del Rocio, es un lugar frondoso y diverso donde el paisaje evoluciona a cada paso.
El Sendero del Charco de la Boca comienza en el patio delantero del Centro de Visitantes de la Rocina. Tiene una longitud de unos 3,5 km y se desarrolla en varios trazos contiguos que le permitirán organizar el recorrido en función de sus intereses.
En un primer momento se aproxima a la choza rociera. A continuación el recorrido se dirige hacia la orilla del arroyo a través de un pinar bajo el que se extiende un tapiz de herbáceas. El pino piñonero es una especie cuya aparición en la zona está documentada desde el siglo XVIII y que hoy constituye uno de los paisajes identificativos de Doñana.
El primer observatorio se asoma al último tramo del arroyo en donde el cauce se vuelve ancho y somero. En las épocas en que la zona permanece inundada, un sinfín de aves puebla esta agua.

La Rocina es una zona de cría ideal para el Calamón común, Avetorrillo común o Cerceta pardilla, perto también es posible observar otras especies que frecuentan este medio como el Morito común, Garceta común, Garza real o Garza imperial entre otras.
A continuación el sendero se adentra en la Algaida del Carrizal, afluente del arroyo que se cubre de una abundante vegetación. La pasarela sortea sauces y carrizos ofreciendo una visión privilegiada de las zonas inundadas.

Una vez atravesado el caño cinta el pinar, que ocupa todo el recorrido hasta acceder al segundo observatorio sobre el arroyo. Tras éste aparece la Algaida del Meloncillo, otro caño que lleva agua hasta el arroyo. En ambas orillas el suelo se ha cubierto de un denso helechal como transición hacia la vegetación de ribera que cubre el cauce. Destacan varios ejemplares de grandes alcornoques situados muy cerca del agua junto a los sauces. En este punto el sendero se bifurca ofreciendo la opción de continuar por la pasarela o internarse de nuevo en el pinar
Esta segunda pasarela desemboca e un terreno llano y despejado, ocupado por el monte blanco, en el que los pinos van dejando paso a una cubierta de jaguarzo blanco acompañado de varias aromáticas como romero, cantueso o almoradux. En el entorno del arroyo el suelo es más húmedo y rico y la vegetación se diversifica apareciendo acebuche, coscoja, lentisco o palmito.

Al abandonar la pasarela el sendero evoluciona junto al caño, ofreciendo una visión panorámica de las diferentes formaciones vegetales que se suceden en sus orillas, desde los pinares más alejados hasta el manto de carrizos y eneas que ocupan el centro del cauce, pasando por alcornoques, helechales y saucedas, en gran diversidad de estratos, colores y formas.

jueves, 2 de julio de 2009

Xauen: la ciudad santa

Chefchauen, o más conocida como Xauen, la ciudad santa. Situada entre dos montañas que forman el Yebel Esh Chauen (la montaña de los cuernos). Para alabar la gloria de Alá, que había hecho brotar múltiples manantiales en el Yebel Esh-Chauen, los árabes hicieron de la ciudad un importante centro religioso. Durante mucho tiempo Xauen estuvo prohibida a los cristianos. En 1982 el británico William Summers osó traspasar sus murallas. Murió envenenado.

Tal vez debería de haber continuado así. A principios de los 90 Xauen era un bonito pueblo, donde el añil tiñe las paredes encaladas. Así me gusta recordarlo. En cambio ahora Xauen, es un paraíso de fumetas. Los fines de semana el pueblo se colapsa de jóvenes en busca del fruto del cáñamo. Es la especialización del turismo.

Esta masiva afluencia de turistas, ha dado un impulso a la maltrecha economía local, sacándola de la autarquía a la que estaba condenada. Ahora la ciudad santa, está salpicada de bonitos hoteles (ejemplo es casa Hassan) o pequeños restaurantes muy decentes y dando una luz de esperanza sus habitantes.

Pese a todo, Xauen no ha perdido el encanto, perderse por sus callejuelas pintadas de azul, andar por sus cuestas, o sentarse en cualquier callejón y ver pasar a los aldeanos es todo un auténtico placer.