jueves, 9 de julio de 2009

Ruta Charco de la Boca - Almonte

En la carretera A-483 Almonte -Matalascañas, justo pasada la Aldea del el Rocío, a mano derecha, nos encontramos en centro de visitantes de la Rocina, desde donde nace esta pequeña ruta, que transcurre por unos de los paisajes más característicos de España: El Coto de Doñana y su entorno. La ruta nos irá descubriendo los distintos hábitat de la zona y en especial contemplar tranquilamente la variedad de fauna avícola desde diversos observatorios situados junto al caño.




El último tramo del arroyo de la Rocina, allí donde se convierte en el Caño Madre de las Marismas del Rocio, es un lugar frondoso y diverso donde el paisaje evoluciona a cada paso.
El Sendero del Charco de la Boca comienza en el patio delantero del Centro de Visitantes de la Rocina. Tiene una longitud de unos 3,5 km y se desarrolla en varios trazos contiguos que le permitirán organizar el recorrido en función de sus intereses.
En un primer momento se aproxima a la choza rociera. A continuación el recorrido se dirige hacia la orilla del arroyo a través de un pinar bajo el que se extiende un tapiz de herbáceas. El pino piñonero es una especie cuya aparición en la zona está documentada desde el siglo XVIII y que hoy constituye uno de los paisajes identificativos de Doñana.
El primer observatorio se asoma al último tramo del arroyo en donde el cauce se vuelve ancho y somero. En las épocas en que la zona permanece inundada, un sinfín de aves puebla esta agua.

La Rocina es una zona de cría ideal para el Calamón común, Avetorrillo común o Cerceta pardilla, perto también es posible observar otras especies que frecuentan este medio como el Morito común, Garceta común, Garza real o Garza imperial entre otras.
A continuación el sendero se adentra en la Algaida del Carrizal, afluente del arroyo que se cubre de una abundante vegetación. La pasarela sortea sauces y carrizos ofreciendo una visión privilegiada de las zonas inundadas.

Una vez atravesado el caño cinta el pinar, que ocupa todo el recorrido hasta acceder al segundo observatorio sobre el arroyo. Tras éste aparece la Algaida del Meloncillo, otro caño que lleva agua hasta el arroyo. En ambas orillas el suelo se ha cubierto de un denso helechal como transición hacia la vegetación de ribera que cubre el cauce. Destacan varios ejemplares de grandes alcornoques situados muy cerca del agua junto a los sauces. En este punto el sendero se bifurca ofreciendo la opción de continuar por la pasarela o internarse de nuevo en el pinar
Esta segunda pasarela desemboca e un terreno llano y despejado, ocupado por el monte blanco, en el que los pinos van dejando paso a una cubierta de jaguarzo blanco acompañado de varias aromáticas como romero, cantueso o almoradux. En el entorno del arroyo el suelo es más húmedo y rico y la vegetación se diversifica apareciendo acebuche, coscoja, lentisco o palmito.

Al abandonar la pasarela el sendero evoluciona junto al caño, ofreciendo una visión panorámica de las diferentes formaciones vegetales que se suceden en sus orillas, desde los pinares más alejados hasta el manto de carrizos y eneas que ocupan el centro del cauce, pasando por alcornoques, helechales y saucedas, en gran diversidad de estratos, colores y formas.

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