


Pese a todo, Xauen no ha perdido el encanto, perderse por sus callejuelas pintadas de azul, andar por sus cuestas, o sentarse en cualquier callejón y ver pasar a los aldeanos es todo un auténtico placer.
Ya son pocos los placeres que me quedan, pero entre uno de ellos, esta el caminar, pasear por los campos y sierras andaluzas. También me quedan otros, tales son la lectura, la red, la familia, el vino (malo o bueno) pero siempre en buena compañía.
Pese a todo, Xauen no ha perdido el encanto, perderse por sus callejuelas pintadas de azul, andar por sus cuestas, o sentarse en cualquier callejón y ver pasar a los aldeanos es todo un auténtico placer.
Pues sí que es bonita esta ciudad. Ese color y esa luz le dan un toque de mágica irrealidad y entran ganas de conocerla.
ResponderEliminarGracias por describirnos estas ciudades tan preciosas.
Un saludo, Gonzalo