jueves, 25 de agosto de 2011

Antiguo camino entre el Garrobo y Sevilla

Hoy hace calor, . Cierro Lituma en los Andes y pienso que hacer. Son las 7 de la tarde, sábado, me pongo mis viejas botas, agua, el paquete de LM y algo de comer, por si esta tarde en medio de este bochorno veraniego me da una bajada de azúcar.



Salgo de Gerena, dirección a el Garrobo. Pasado el km nº 9, a la derecha, aparco. Me encuentro junto al Cerrado Grande de la Parrita, el antiguo camino que unía El Garrobo con Sevilla. Pienso un poco, calculo que entre la salida y llegar hasta la autovía A-66 me quedará algo más de una hora de camino, más otra de vuelta, con lo que con un poco de suerte, estaré de vuelta antes de que anochezca.

En campo está seco, pero no por ello le quita la belleza a estos parajes. Tengo la impresión de que es una zona poco conocida, lo que sin duda es una pena. Me gusta la soledad de andar solo, de no tener que hablar con nadie y empiezo a sentirme un poco como el cabo Lituma y morir solo pero en vez de los Andes en medio del campo.

El camino pronto se estrecha, transcurre entre un viejo muro de pizarra y una valla de espinos. Fácil de andar, aunque se observan muchas charcas secas, por lo que he de suponer que en la época de lluvias no debe de ser andarlo y acabar seco.

Sobre las lomas se ven encinas, y algo más adelante, alguna que otra parcela sembrada de olivos. Los pajarillos espantados por mis viejos pasos alzan el vuelo y algún conejo escopeteado se cruza en mi camino.

Calculo que ya habré recorrido más de un tercio del camino de ida. Me sorprende cruzar un arroyo, donde a finales del mes del mes de agosto todavía corre el agua. Tal vez sea el arroyo las Torres o un pequeño afluente de él. Antes de cruzarlo las ranas se refugian entre las piedras.

El camino sube un poco hacia arriba y a la derecha deja de verse las encinas que han sido sustituidas por olivos.

El camino se abre y llego al viaducto de la autovía A-66 en el kilómtro 788. Durante un buen rato me quedo observando el incesante flujo de vehículos. Es hora de volver antes de que este sábado me agarre la noche. Al contrario que al Cabo Lituma cuya muerte es inminente, creo que sobreviviré.

Longitud: 4,6 km sólo ida


Dificultad: fácil

domingo, 7 de agosto de 2011

Ruta: Desde Alajar al Castaño del Robledo. Sierra de Aracena - Huelva

Esta pequeña pero dura ruta une el pueblo de Alajar con la aldea del Castaño del Robledo, pasando junto a la aldea de el Calabacino y pasando junto al cerro del Castaño.
El sendero se inicia en la segunda entrada a Alajar, en la carretera que une Aracena con este pueblo serrano, a mano derecha encontramos una pequeña zona de aparcamiento, justo en la entrada del camino hacia la aldea del Calabacino. Los primeros metros se comparten con el sendero de subida a la Peña de Arias Montano, pronto este sendero que sube a la peña gira hacia la derecha, estando señalizado, mientras que el nuestro sólo se encuentra marcado por unas pequeñas marcas amarillas.
A la derecha nos encontraremos la iglesia de la Santísima Trinidad, construida en 1749 y posee planta cuadrada cubierta con bóveda vaída, y tres hornacinas de planta rectangular cubiertas con bóvedas de cañón. En el cuarto lado del rectángulo se sitúa la puerta. Cuenta con una sacristía que fue un añadido posterior. En la actualidad la iglesia se encuentra en proceso de restauración.
Superada la iglesia del Calabacino, nos encontramos una bonita fuente a mano derecha y mientras vamos ascendiendo podremos observar unas bonitas vistas de la Sierra de Aracena y del poblado del Calabacino.
Siempre continuaremos por los senderos que se abran a nuestra derecha. entre tapias de piedra. El Sendero se va introduciendo por el fondo de un barranco, por donde iremos ascendiendo. Pronto podremos ir contemplando los viejos castaños, aunque también a mano derecha podremos observar alguna zona de pino repoblado.
Acabado de subir el estrecho barranco, se nos abre de frente un caminorural, encontrádonos a nuestra derecha el alto del Castaño y de frente podremos ya observar el pueblo del Castaño del Robledo, del cual nos separará algún que otro kilómetro, pero por una vereda descendente y fácil de caminar.

Longitud: 8 km ida y vuelta


Dificultad: Alta